De esta guisa de arriba, como un caballero medieval de reluciente armadura, ve la joven Susan (Shirley Temple) a Dick Nugent (Cary Grant) mientras éste da una conferencia sobre arte en su instituto.
En los años 40 del siglo XX se usaba mucho en los EEUU la palabra bobby-soxer para describir a las jovencitas entusiastas de la música pop, especialmente la de Frank Sinatra. Bobby sock era un tipo de calcetín que se llevaba en aquella época; fue muy popular entre las adolescentes (se doblaba en los tobillos recogiéndose hacia abajo). El título The bachelor and the bobby-soxer hace referencia a ese tipo de chica, que en este caso se enamora de un hombre soltero de unos cuarenta años (Cary Grant).
Cary Grant despliega su natural gracia en gran parte de la película. En la foto superior, le vemos haciéndose pasar por un tarambana que habla el lenguaje moderno de los jóvenes de esos años. En la secuencia anterior, había soltado el popular juego de palabras de You remind me of a man (Me recuerdas a un hombre).
Pero Grant encuentra en esta historia a una dama de su edad, Myrna Loy, actriz con la que volvería a trabajar al año siguiente en Los Blandings ya tienen casa (Mr. Blandings builds his dream house, 1948). Lo cómico es que aquí interpreta a una juez, hermana mayor de Susan, la adolescente que se ha encaprichado con el personaje interpretado por Grant.
Este largometraje es recomendable para los amantes de la comedia clásica y, por supuesto, los seguidores del gran comediante Cary Grant. Tiene muy buenos momentos adornados con una chispa cómica sin groserías que parece haberse perdido en el cine actual.
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